
2. Lugar: Cuando se está iniciando es recomendable
elegir un lugar tranquilo en el que no haya interrupciones. Con el tiempo se
podrán realizar los ejercicios en lugares más bulliciosos.
3. Actitud: Propón la práctica con una actitud lúdica,
llena de humor y de aventura, pero de forma relajada. Si algún niño se resiste no
lo presiones, respeta su decisión y solicita su colaboración para que sus
compañeros puedan practicar, probablemente tarde poco en integrarse al grupo
(dales la oportunidad de participar en la elección del momento)
4. Repite ejercicios: Selecciona
aquellos que les sean especialmente atractivos o fáciles. Aunque el ejercicio
sea el mismo, la experiencia personal puede cambiar en cada ocasión. Estimula
los intercambios de vivencias al final de cada ejercicio.
5. Participa:
Para los niños resulta muy motivador que los profes y los papis practiquen con
ellos.
6. Acepta los resultados obtenidos,
aunque se diferencien de los que tu esperabas. Recuerda: práctica, paciencia y
evitación de juicios
7. Valorar el esfuerzo, con
amabilidad. Recuérdate y recuérdale a los niños que el objetivo de estas
prácticas es “darse cuenta” de cómo se sienten en ese omento y aceptarlo. El
sentirse mal o incómodo o tener dificultades no quiere decir que lo están
haciendo mal. En estas prácticas siempre,
todo, lo hacen bien. Todas las experiencias son válidas y están bien.
8. Escucha a los niños: Pregúntales
por sus experiencias, pídeles que expresen sus sensaciones y recuérdales que
ellas no son ni malas ni buenas, simplemente son vivencias de cada momento.
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