Los mandalas son figuras geométricas que se han utilizado en la cultura oriental desde hace siglos para mejorar o lograr concentración y relajación. Consisten en diagramas o representaciones esquemáticas y simbólicas del macrocosmos y el microcosmos.
Colorear están figuras es una experiencia muy enriquecedora para los niños, les permite relajarse, expresarse fácilmente y favorece el desarrollo de una auto-imagen positiva.
Técnica para trabajar con mandalas
Colorear mandalas con fines de relajación y atención no requiere una técnica específica ni una disciplina expresa. El que colorea mandalas, independientemente de la edad que tenga, lo hace según sus gustos estéticos e imaginativos. Sin embargo, podemos colocar música relajante e indicar algunas pautas de trabajo. Todo dependerá del objetivo para el que realicemos la actividad. A continuación proponemos una secuencia general que puede ayudar para introducir el trabajo con mandalas en el aula de clase.
Secuencia para introducir los mandalas en el aula:
- Seleccionamos el mandala con el nivel de complejidad adecuado a la edad de los chicos/as, los materiales a emplear para colorearlos y la música que utilizaremos de fondo para ayudar a crear el ambiente relajante.
- Escogemos el momento oportuno de la jornada para realizar la actividad. Debe ser un lapso de tiempo de una a una y media hora, en el que los niños/as puedan trabajar a su ritmo, sin prisas.
- Disponemos los materiales a emplear de modo que estén al alcance de todos los niños/as.
- Colocamos música de fondo.
- Entregamos el mandala y explicamos la actividad para que los alumnos en silencio piensen como van a realizarla:
- Elección de colores o materiales, imaginando como les gustaría que quedara.
- Recordarles que deben colorear dentro de cada trozo de figura sin salirse de las líneas (trabajamos la orientación espacial y la motricidad fina).
- Establecer donde colocaran los trabajos una vez terminados, para compartirlos con los demás compañeros.
- Recordar que al comentar y criticar las obras deben mantener el respeto y la crítica constructiva.
Una vez expuestos los trabajos se hace la “critica” de ellos centrándose en los productos y no en los autores: Delimitación y respeto de los contornos, tipos y luminosidad de los colores, limpieza del trabajo, originalidad, etc. Cada chico/a debe decir algo positivo y algo a mejorar en el mandala que se “critica”.
Nuestro Taller:
Hoy os dejamos una muestra de los resultados que obtuvimos en nuestro taller de mandalas de esta semana. El objetivo era estimular la motricidad fina y favorecer el trabajo en equipo (trabajo colaborativo), además de: atención, concentración, relajación y hábitos de trabajo.
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