¿Qué es un solsticio?

¿Sabes qué es el solsticio de verano?

¿Sabes qué día el Sol alcanza su punto más alto?

¿Sabes cuándo tienen lugar la noche más corta y el día más largo del año?

El término solsticio, deriva del latín y significa "el sol se detiene" y es que durante los solsticios, el sol parece parar su actividad y quedarse quieto.

El solsticio se refiere a un evento astronómico que pasa dos veces al año, la primera alrededor del 21 de junio (Solsticio de verano) y la segunda alrededor del 21 de diciembre (Solsticio de invierno). Ellos marcan el inicio del verano y el inicio del invierno, en el hemisferio norte. En el hemisferio sur, las estaciones se invierten.

El solsticio de verano es el día más largo del año y el solsticio de invierno es la noche más larga del año.

Características astronómicas del solsticio:

Dentro de nuestro sistema solar, el planeta Tierra gira alrededor del Sol y a la vez gira sobre su propio eje.

El eje del planeta se puede imaginar cómo una línea recta entre el polo norte y el polo sur. Pero este eje no es perpendicular a la órbita del planeta, sino que tiene un ángulo de inclinación de 23.5 grados; esta inclinación causa las estaciones.

Por esta razón, durante una parte del año (de marzo a septiembre), el hemisferio norte está inclinado hacia el Sol; esta cercanía al sol hace que las temperaturas sean más cálidas y los días más largos en el norte del planeta.

Cuando el punto norte del eje del planeta está apuntando más directamente al Sol, en el mismo hemisferio se observa el día más largo del año y la noche más corta; a esto se le llama el solsticio de verano.

De la misma manera, cuando el punto sur del eje de la Tierra apunta más directamente al Sol, el hemisferio norte experimenta la noche más larga y el día más corto del año, lo cual se conoce como el solsticio de invierno.

Celebraciones del solsticio:

La celebración del solsticio de verano es tan antigua como la misma humanidad, se trata de una jornada cargada de poder y magia. Según las creencias procedentes del paganismo de tiempos pasados, hadas y deidades de la naturaleza andan sueltos por los campos. Tradicionalmente, los agricultores daban gracias por el verano, las cosechas, las frutas y por disponer de más horas para cumplir con sus tareas y entregarse a la diversión. También es el momento justo para pedir por la fecundidad de la tierra y de los hombres.

En la víspera del verano se iniciaban fogatas y ritos de fuego para simbolizar el poder del Dios padre Sol y ayudarle a renovar su energía. Se trataba de rituales para purificarse y asegurar el renacimiento del Sol.

En la Europa mediterránea, antes y después del cristianismo, con la llegada del verano, nuestros antepasados hacían limpieza de sus casas a fin de desinfectar de parásitos y alimañas sus hogares. Así, el día del solsticio de verano sacaban a la plaza del poblado las pertenencias viejas y deterioradas que se había convertido en inútiles para su uso y empleando un ritual purificador invocaban a sus divinidades, añadiendo hierbas aromáticas a la gran pira de despojos, para que atrajeran salud y prosperidad al pueblo, y una vez todos reunidos en torno a esta enorme falla prendían fuego mientras cantaban y bailaban en ofrenda generosa a la divinidad del sol.

En otras tradiciones era costumbre entrar en el río o en el mar para purificarse de todas sus faltas, luego daban tres vueltas en sentido contrario a las agujas del reloj alrededor de la hoguera para “deshacer el mal” mientras cantaban las odas rituales que los místicos de la época habían creado para la ocasión acompañándose con sus instrumentos musicales. Para completar la fiesta, realizaban un gran banquete, en el que relataban su tradición trasmitida de padres a hijos, recitaban su historia, batallas y logros en forma de poesía y compartían y confraternizaban entre todos ellos sin hacer diferenciaciones.

Los beréberes de África del norte (Marruecos y Argelia) llaman Ansara a la celebración del solsticio de verano y aún hoy encienden hogueras que producen un denso humo considerado protector de los campos cultivados. A través del fuego, purifican los objetos y utensilios más importantes del hogar. Los beréberes encienden sus hogueras en patios, caminos, campos y encrucijadas y queman plantas aromáticas. Prácticamente ahúman todo, incluso los huertos. Además, saltan siete veces sobre las brasas, pasean las ramas encendidas por el interior de las casas y hasta las acercan a los enfermos para purificar e inmunizar el entorno de todos los males. Esta costumbre berebere de celebrar el solsticio de verano es preislámica porque se basa en el calendario solar (el calendario musulmán es lunar).

Las culturas indígenas de América celebran el solsticio de verano como el nacimiento del sol y el primer día del año. Las celebraciones incluyen danzas, veladas, ceremonias de medicina y ceremonias ancestrales. Esta tradición es común en muchas culturas de esta región, aunque la fecha de celebración varía dependiendo de qué lado del ecuador se encuentren las personas. En Centroamérica y el norte de Sudamérica la celebración es alrededor del 21 de junio, pero en la parte de Sudamérica que está al sur del ecuador, como en Argentina, el solsticio de verano se celebra alrededor del 21 de diciembre.

Antiguamente, los guerreros aztecas (México) estaban dedicados al sol y cooperaban con él en la “renovación de los fuegos”. Por su parte los Incas del Perú festejaban, el Inti-Raymi (o la fiesta del Sol) en la explanada de Sacsahuamán, muy cerca de Cuzco. Justo en el momento de la salida del astro rey, el inca elevaba los brazos y exclamaba: “¡Oh, mi Sol! ¡Oh, mi Sol! Envíanos tu calor, que el frío desaparezca. ¡Oh, mi Sol!”, según cuentan B. Ortega y A. Solares.

Actualmente, en muchos lugares del mundo se unen las celebraciones del solsticio de verano con las de la noche San Juan, el 23 de junio, aunque las festividades del solsticio son más antiguas que la religión cristiana (La cristiandad a partir de la edad media, fue adoptando e incorporando a su liturgia las celebraciones que coincidían con las estaciones, con el fin de cristianizar el paganismo).

En España y en otros países del hemisferio norte se encienden hogueras para celebrar la Festividad de San Juan. Durante la noche del 23 de junio, la gente se reúne alrededor del fuego, bailando o saltando por encima de la hoguera. También es un día de fiesta y verbena en las calles de muchas localidades.

Hay muchas más tradiciones en el mundo para celebrar el solsticio de verano pero todas son muy parecidas. ¿Os animáis a investigarlas?

El solsticio de verano en Stonehenge

Stonehenge, el famoso monumento megalítico que se encuentra en el centro de la llanura de Salisbury, a 130 kilómetros de Londres, incluye una construcción formada por un círculo de 30 monolitos que contienen cinco trilithons dispuestas en forma de herradura, construido entre 3000 y 1600 antes de Cristo, tal vez como un templo sagrado, tal vez como un observatorio astronómico¸ no se sabe con certeza: una de las teorías en boga, argumenta que estos monolitos fueron erigidos siguiendo la alineación de los primeros rayos del sol que se levanta en el día del solsticio.

De acuerdo con el astrónomo y científico Sir Norman Lockyer los arcos que forman los diversos círculos concéntricos se dirigen hacia el Sol y las constelaciones con el fin de estudiar el movimiento de las estrellas sobre la base de las sombras proyectadas por las piedras y ciertos alineamientos entre el Sol y los arcos que se producen a los pocos días del año.

Para Gerald Hawkins, astrónomo estadounidense, sin embargo, Stonehenge no es más que una piedra gigante de la informática, que permite realizar cálculos complejos en la salida y puesta del Sol, los movimientos de la Luna y los eclipses. Pero todo esto es realmente un misterio.

Lo que parece cierto es que aquí los paganos celebraban el solsticio de verano durante miles de años.