Juguemos a resolver
problemas
El
aprendizaje de las operaciones matemáticas es una de las barreras que se
encuentran los niños en la escuela. Generalmente, las dificultades aparecen cuando
el cálculo matemático no tiene mucho significado para ellos. Como dicen muchos
chicos y chicas, la matemática es “hacer cuentas”, “…muuuuchas cuentas”. El
tema se complica aún más, cuando aparecen los tan temidos problemas y se deben
aplicar las herramientas aprendidas para resolverlos.
Desde mi
punto de vista, muchos de los “problemas
para las matemáticas” no son más que el
resultado de estrategias de
enseñanza poco adecuadas, que favorecen el aprendizaje memorístico o mecánico
y no estimulan la comprensión de los elementos que subyacen a las operaciones
básicas de cálculo. Si partimos de la
solución de problemas para construir el significado de las operaciones de
cálculo, muchas de las dificultades para el aprendizaje de las matemáticas podrían desaparecer. Es más, descubriríamos que muchos niños serían
capaces de resolver problemas antes de dominar las herramientas de cálculo
correspondientes. ¿Lo dudáis?...Os propongo un experimento: Elegir un niño
o niña que aún no sepa dividir y proponerle e siguiente problema:
Aunque los niños no sepan plantear una división (25 : 5), serán capaces de buscar procedimientos efectivos para alcanzar la respuesta correcta. Poned atención a los procedimientos que emplean; observad el camino, el proceso… os puede sorprender:
- Pueden representar gráficamente a los niños y luego irle dibujando, a cada uno, los caramelos o palotes que los representen. Repartiendo 1 a 1 hasta terminar todos los caramelos.
- Pueden utilizar objetos concretos para distribuir y luego contar.
- Pueden ir probando con sumas sucesivas hasta encontrar la combinación que necesitan.
- Pueden ir restando un número a 25, sucesivamente, hasta encontrar el correcto que les de la respuesta requerida
El
objetivo que se persigue con esta experiencia es que los niños se enfrenten a la resolución de situaciones para las que
no tienen un entrenamiento ni un procedimiento experto y por lo tanto que tengan
que generar estrategias propias de resolución a partir de lo que si saben.
Para los niños pequeños, tomando en cuenta los conocimientos que poseen, estos problemas
representan un gran desafío en relación a: la comprensión de la situación, el
tratamiento de la información, la necesidad de organizar datos, entre otros.
Ofrecer
problemas como este a los niños
desde primer grado, aunque no tengan el conocimiento de las operaciones a
emplear; se convierte en un excelente
estímulo de sus procesos cognitivos; siempre y cuando se cumplan dos pautas: mantener el sentido lúdico en el
desafío y respetar el proceso (en tiempo y forma).
Para los profes, estas actividades también
son enriquecedoras; les permiten comprender procesos de construcción del
conocimiento en los niños; detectar necesidades, reforzar o introducir
conceptos, etc.
Se recomienda ir introduciendo problemas de adición
y sustracción, así como de división y multiplicación simultáneamente para que
los niños vayan estableciendo relaciones entre ambos procesos; de esta forma, cuando
llegue el momento, sumar, restar, multiplicar o dividir no será un problema.
Aunque no hayan empleado la operación formal, tendrán claros los conceptos que
subyacen a ellas y su aplicación se producirá sin dificultades.
Bibliografía:
Broitman, C. (2010). Las
Operaciones en el primer ciclo: aportes para el trabajo en el aula. Ediciones
Novedades Educativas. Buenos aires
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